Debate presidencial entre Kamala Harris y Donald Trump.

No habrá público en el debate, los micrófonos de los candidatos se silenciarán cuando no les toque hablar y no se les permitirá tomar notas.

Kamala Harris para debatir con Donald Trump se prepara para posibles insultos y comentarios despectivos del expresidente, según dos fuentes familiarizadas con el asunto.

Nadie sabe hasta qué punto Trump se sentirá inclinado a insultar personalmente a su rival y hasta qué punto será escuchado por el público, dado que los micrófonos de los candidatos estarán apagados cuando no sea su turno de intervención. Si los micrófonos estuvieran encendidos todo el tiempo, dijo la asesora de Harris, "demostraría que no tiene el temperamento para ser presidente".

Como ha estado leyendo sobre las posiciones políticas de Trump, comentarios pasados e incluso insultos que le ha dirigido, dos personas con las que Harris ha hablado extensamente son el presidente Joe Biden y la ex candidata presidencial demócrata Hillary Clinton, ambos han experimentado insultos lanzados por el expresidente republicano en el escenario del debate.

El equipo de Trump es muy consciente del temperamento de su candidato y de cómo su comportamiento, a menudo agresivo, puede cambiar con una mujer.

Cuando se le preguntó si habría un "cambio de tono" en comparación con la forma en que Trump abordó su debate con Biden, la ex congresista Tulsi Gabbard, que ha estado ayudando a Trump a prepararse para el debate, argumentó que Trump no hablaría a Harris de "ninguna otra manera de la que hablaría a un hombre".

Los estadounidenses han indicado que la economía es su principal preocupación cuando se preparan para votar en estas elecciones.

Soportar una inflación elevada durante años puede hacer mella. Aunque la inflación se ha moderado considerablemente desde que en 2022 alcanzara su nivel más alto en 40 años, los estadounidenses pagan ahora un 20% más por los bienes y servicios que antes de la pandemia, según los datos del Índice de Precios al Consumo.

En el lado opuesto, el mercado laboral, que había sido la mayor fuente de fortaleza de la economía estadounidense tras la pandemia, ha dado señales de alarma últimamente. La tasa de desempleo ronda máximos de tres años, y los empresarios están reduciendo la contratación, con el número de vacantes en toda la economía cayendo recientemente al nivel más bajo desde enero de 2021, según el Departamento de Trabajo.

Desde que lanzó su tercera candidatura a la Casa Blanca, el expresidente Donald Trump ha insistido en su campaña electoral en que la vida era mejor bajo su Gobierno, y ha prometido revertir muchas de las políticas promulgadas desde que dejó el cargo. Según ha dicho, la amplia agenda de su sucesor sobre el cambio climático, las nuevas restricciones sobre las armas y las protecciones para las personas transgénero estarían todas en la guillotina.

También se espera que Harris ponga su propio sello y estilo en asuntos que van desde el aborto a la economía y la inmigración, con el objetivo de caminar por la delgada línea de atribuirse el mérito de los logros de la administración sin que los votantes la culpen conjuntamente de sus deficiencias.


Fuente: CNN.
Fotos: Internet.